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Navidad en Berlín

Berlín fue durante la Guerra Fría una ciudad con dos rostros. El Oeste era una isla que se mantenía a flote gracias a los fondos públicos
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Berlín fue durante la Guerra Fría una ciudad con dos rostros. El Oeste era una isla que se mantenía a flote gracias a los fondos públicos y fue creciendo como ciudad moderna con barrios elegantes como Charlottenburg o Wilmersdorf, atracciones turísticas como la avenida Kurfürstendamm o la iglesia en memoria del emperador Guillermo.

Mientras que, el segundo rostros, se formaba en el Este pasando un enorme y significativo muro. Ahí, en la vitrina de la República Democrática Alemana y capital del «primer estado socialista”, el Este de adornada con avenidas anchas y señoriales como la Stalinallee y con novedades arquitectónicas como la torre de televisión de la Alexander platz.

Pero esto, llegaría a su fin, ya que lo que nadie creía posible, ocurrió un 9 de noviembre de 1989 cuando se abrió aquella frontera que tantas vidas había cobrado. Alemanes del Este y del Oeste se abrazaron y lloraron juntos de felicidad al derrumbarse el antiguo muro.

Mercadillo de Navidad en Berlín

Mercadillo de Navidad en Berlín

Mercadillo de Navidad en Berlín[/caption] Hoy Berlín es la capital de una Alemania unida, y es una ciudad, que se ha transformado constantemente para ser considerada como un sitio ideal para pasar una navidad inolvidable.

Situada a orillas del Spree, Berlín es un nuevo modelo para salir de compras, ya que en ella se concentran los comercios e industrias más importante de Alemania.

Algunas de sus zonas turísticas más importantes son el impactante Castillo de Charlottenburgo con sus cuadros de Watteau «La Bandera de Gersaint» y el «Embarque para Citerea» así como la célebre cabeza de la reina Nefertiti con 3 mil 400 años de antigüedad.

También está el Kurfürstendamm, que es el equivalente a Los Campos Elíseos de París o el monumento al «Muro» de Berlín y por supuesto la histórica puerta de Brandeburgo.

Una de las zonas más destacadas es Potsdamer platz, actualmente llena de rascacielos y situada en el centro de la que antaño fue «tierra de nadie». Desde la terraza en el último piso del rascacielos Kollhoff podrás disfrutar de una vista espectacular del recinto DaimlerChrysler y del complejo Sony con su singular techo futurista.

Pero si de naturaleza se trata, entonces debes dirigirte a lo que ninguna otra ciudad ofrece, las zonas verdes de Berlín. Desde el “Tiergarten”, el pulmón verde de la ciudad, el cual se transforma en verano en una gran superficie para alegres días de campos. En el suroeste de Berlín, el bosque «Grunewald» invita a dar largos paseos andando o en bicicleta y a disfrutar mientras tanto de un poco de aire fresco.

En cuanto a los museos, merecen visitarse el de Dahlem con pinturas de Rembrant, así como el Neue Nationalgalerie, de impresionistas franceses y alemanes. Otro edificio significativo es el de la Filarmónica, edificado en 1963 por Hans Scharoun para la orquesta filarmónica de Berlín.

Esta ciudad también es el paraíso de las antigüedades, ejemplo es el paseo al lado del Eisenacherstrasse y de la Opera o por el rastro (Flohmarkt) de Nollendorfer platz. El Kurfürstendamm es el centro de la moda masculina y femenina y de las galerías de arte moderno.

Y por último, y si de curiosidades se trata, toma una excursión de la «Berliner Unterwelten e.V.», quienes te llevarán por dos instalaciones de refugios y por la estación de metro Gesundbrunnen, la primera de estas infraestructuras de defensa civil, el «refugio antiaéreo en la estación de metro Gesundbrunnen en el barrio Wedding», data de la época de la guerra fría y está completamente conservado.

Todas las demás maravillas las tendrás que descubrir en esta navidad, así que no tardes mucho en planear tu viaje y visita Berlín.

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