Desgraciadamente el conflicto Indo-Paquistaní, originado por la disputa de las tierras de Cachemira parece que se agravó con el paso del tiempo, habiendo llegado a máximas cotas de tensión en diciembre de 2001 con el atentado terrorista al parlamento Indio.
Desde turismo.org recomendamos abiertamente que no se visite la zona de Cachemira y Jammu, ya que se ha demostrado que el turismo es unos de los objetivos terroristas.
También se han producido atentados en las zonas de trekking de Kulu y Manali, en el himalaya Indio.
Te puede venir bien consultar la página del Ministerio de Asuntos Exteriores para obtener información actualizada.
La India es un país bastante seguro para el viajero. De entrada, incluso sus grandes ciudades registran unas de las tasas de homicidios y asesinatos más bajas del mundo, a distancia astronómica por ejemplo de las cifras de muchas urbes norteamericanas o suramericanas.
Lo que sí abundan son los carteristas en lugares muy populosos (estaciones de tren y autobús, mercados, etcétera).
Los conflictos étnicos que a menudo sacuden algunos puntos del país: Bombay, Gujarat, Ayodhia… no suelen afectar a los extranjeros, pero en caso de verse envuelto en una algarabía, hay que escaquearse inmediatamente.
Las mujeres solas experimentaran cierto acoso sexual que se hará incómodo en muchas situaciones, sin que nunca llegue a ser peligroso si no se está de noche en una zona despoblada o en el extrarradio de una ciudad.
De todos modos, un grito enérgico o la petición de ayuda a cualquier adulto solucionará el problema. La inmensa mayoría de los indios son unos caballeros que siempre ayudarán a un extranjero en apuros.
En general, hay que prestar atención a las pertenencias de valor o al equipaje, como haríamos en cualquier país del mundo, pero menos que en Madrid, Sevilla, Barcelona, Roma, Nápoles o Marsella.
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