El parque Lambro (en italiano parco Lambro) de Milán se creó en el año 1936 con el afán de resaltar los paisajes Lombardos empleando aguas de río y una exhuberante vegetación. Este es el parque más grande de Milán y abarca una superficie de 930.000 metros cuadrados. Sufrió serios daños durante la Segunda Guerra Mundial pero fue reconstruida en los años 50 y 60 con la adquisición de nuevas tierras y la plantación de nuevos árboles.
El parque Lambro viene a ser un lugar predilecto para la gente de Milán pues disfrutan de su amplia extensión y sus pintorescos paisajes que incluyen viejas granjas, típicos molinos Lombardos y hermosos ejemplares de árboles. Dentro del parque existen zonas agrícolas que conservan la característica de los cultivos forrajeros para «marcar», que era un antiguo método de cultivo inventado por los monjes cistercienses.
En el parque hay cinco fincas de las cuales sólo una ha conservado sus características originales y funciones, que además cuenta con zonas de viviendas, establos, graneros y áreas para la vivienda; hay también torres de molino que se tuvieron que renovar y remodelar a causa de los ataques de la guerra así como también su propia biblioteca.
En este parque también existen áreas específicas como comedores, canchas de fútbol, juegos infantiles y la pista de skateboard.
La Guardia Voluntaria Ecológica ha desarrollado recientemente una senda botánica para el reconocimiento de los árboles en el parque, con sus etiquetas y fichas de texto con detalle para cada uno de los vegetales.
