Localizado a orillas del Tíber, frente al puente de Sant’Angelo y más conocido como el Mausoleo de Adriano, se erige el monumento Castillo Sant’Angelo que originariamente fuera el mausoleo del emperador Adriano. Su construcción se inició en el año 135 por orden de Adriano y fue finalizado por Antonio Pío en el año 139 luego de la muerte de Adriano. Con su característica forma estrellada (cuenta con 5 puntas), alberga en la segunda planta las cenizas de los más importantes emperadores en la sala bautizada como la Tumba Imperial.
Mausoleo hasta el fallecimiento de Caracalla, posteriormente cumplió las funciones de fortaleza en la cual se refugiaban los Papas en épocas de peligro, contando con un pasadizo que lo comunica con el Vaticano, construido por Alejandro VI en el siglo XV. Varios de sus salones son utilizados actualmente para exposiciones temporales, mientras que los amplios jardines son utilizados como lugar de descanso y recreación para visitantes y niños. La principal sala del castillo alberga una valiosa colección de armas.
anonimo
11/08/2013 at 14:09
estuvo chilero es como volver a los tiempos de esos tiempos