La Tumba de Cecilia Metella se encuentra localizada sobre la Vía Apia Antica, en la ciudad de Roma, y se trata de la sepultura de una romana perteneciente a la nobleza y ligada a dos importantes familias romanas de la época republicana, por matrimonio y por nacimiento: su padre, Quinto Cecilio Metello y su esposo, hijo de Craso, y que revistiera importantes cargos públicos.
El mausoleo alberga la celda funeraria de planta circular y forma cónica que en algún momento resguardara la urna con las cenizas de Cecilia Metella. Gran parte de los materiales utilizados en la decoración y revestimiento, al igual que ocurrió en otros monumentos, fueron utilizados para otras edificaciones posteriores. El mausoleo cuenta con dos plantas, la inferior de planta cuadrada y la superior, redonda con un diámetro de 30 metros y una altitud de 11 metros. Merece la pena apreciarse el precioso revestimiento en mármol y el friso rematado con dos cabezas de buey y guirnaldas.
El Papa Bonifacio VIII donó esta tumba a su familia, incorporándose la misma a un castillo fortificado que impedía la comunicación entre la Vía Apia Antica entre Roma y Nápoles, controlando el paso y cobrando elevados impuestos.