Templo de Atenea Niké

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Luego de lograrse la paz con los persas en el año 449 a. de C., surgió la idea de la edificación del Templo de Atenea Niké, en conmemoración a la victoria sobre éstos en la batalla de Salamina, aunque las obras se iniciaron en el año 421 a. de C. debido a la oposición de Pericles. Fue encargado al arquitecto Calícrates, quien había participado en la construcción del Partenón, debiendo aprovechar al máximo el poco espacio cedido en los Propileos.

De estilo jónico, albergaba en su interior una imagen de Atenea personificada como una diosa alada (Niké), a la cual se le habían cortado las alas para evitar que abandonara la ciudad. El templo contaba con un altar al aire libre para la celebración de ceremonias. Parte de la cubierta, los frontones y el entablamento se han perdido como consecuencia de su restauración, erigiéndose sobre una plataforma escalonada a unos 8 mts. de altura, asentándose sobre la misma, tanto los muros como las columnas jónicas construidas en mármol de basa.

El friso corrido exhibe una decoración que refiere a las Guerras Médicas y sobre la cornisa se aprecian los frontones dedicados a Atenea. Tanto el vestíbulo delantero como el trasero disponen de pequeños pórticos, mientras que la sala de la diosa cubre una superficie de 4 mts. por 4 mts. El templo es relativamente pequeño y muy armonioso. El friso del templo se encuentra decorado con figuras representativas de Zeus, Atenea y Poseidón ayudando a los atenienses. El sitio sobre el cual se erige el templo cuenta con relieves que incluyen a Atenea y es obra de la escuela de Fidias.