Roma es una magnífica ciudad para conocer a pie, aunque es en realidad una ciudad muy grande. Si deseas tomar un descanso después de haber caminado por Roma, otra alternativa económica para transportarte es el Metro. El metro de Roma te puede movilizar a donde vayas, o cerca de ese punto, y sus trayectos duran hasta las 11:30 pm. Aunque no lo conozcas mucho, aquí sabrás cómo utilizar el metro en Roma además de saber que frecuentemente evitan la aterradora congestión del tráfico romano.
Una parada de Metro es reconocible por señales con una «M» mayuscula de color blanco sobre fondo rojo; Además los mapas te permiten identificar las paradas disponibles así como muchos hoteles y centros turísticos tanto dentro de las guías a Roma así como vía on-line. Camina hasta la estación, puedes hacerlo solo ya que Roma tiene sólo dos líneas de metro para servir a toda la ciudad. El tren que tomes pueden ser la línea A, de color rojo o la línea B, de color azul. (Junto a su forma es algo así como un tambaleante «X», con la reunión de líneas en la estación de tren de Termini. Si tiene que llegar a un destino en la otra línea, que hacer el cambio en Termini.)
Los tickets para el Metro también funcionan para los autobús de la ciudad. El billete, de hecho, tendrá la palabra «Metrebus» en él. El billete que necesitarás para un viaje a través de la ciudad cuesta 1 euro. Puedes comprar los boletos en distintos establecimientos de Roma. Siempre encontrarás establecimientos cerca de cada parada. O puedes conseguir tu boleto de Metro a través de una máquina dispensadora automática en la estación. Estos aceptan monedas y billetes.
Antes de que llegues a la plataforma de metro, debes pasar tu billete a través de una máquina para validarlo. No tienes que preocuparte de olvidar hacer esto, porque el torniquete no se abrirá hasta que la máquina haya tomado su billete. Pon tu boleto en la parte frontal con la flecha apuntando hacia delante, y la máquina imprime la fecha y la hora en él y luego lo traslada hasta el otro lado. El billete seguirá siendo utilizable durante 75 minutos después de que haya sido validado. Esto es más que tiempo suficiente para ir de un lado a otro en Roma con el metro.
Una vez que haya descendido las escaleras hasta el más concurrido nivel del metro, tendrá una opción de dos puertas por donde pasar. Los trenes en ambos lados corren en direcciones diferentes en la misma línea. Elija el tren rumbo a la última parada en su ruta. Si no sabes donde tienes una parada, puedes guiarte de tu mapa de metro, Y si llegaste a tomar el tren equivocado, puedes bajarte en la parada siguiente y subir al tren en sentido contrario (el billete seguirá siendo válido).
Un reloj digital sobre la plataforma muestra la hora de llegada prevista del próximo tren, que nunca está a más de 3 minutos. La gente espera en la plataforma para moverse más cerca que en las pistas como con una cuenta regresiva que se acerca a su fin. Dependiendo de la parada, la hora del día y la época del año, el tren puede estar lleno o casi vacío. Deja que los pasajeros puedan desembarcar y luego da un paso adelante. No empujes al paso, pero ingresa sin dudar. Al cerrar las puertas, el tren se pone en marcha rápidamente. En el interior del Metro, encontrarás un espacio donde ubicarte. Agarrate bien de las cintas o barras si estás parado durante el viaje, pues además se pueden sentir algunos baches.
El conductor anuncia la próxima parada mucho antes de que el tren llegue. Los nombres de las paradas también aparecen en las paredes cerca de las plataformas. A medida que te acercas a tu parada, ponte de pie y muévete hacia la puerta. Cuando la puerta se abre, dirígete hacia la escalera, además existen signos que te van a dirigir hacia la izquierda y derecha de las calles que convergen en la estación.
Consejos y recomendaciones
- Manten tu boleto validado durante todo tu viaje en el metro. Los viajeros que se encuentran sin billetes válidados son multados.
- Los carteristas operan en los trenes del Metro de Roma. Se consciente de la gente que te rodea, y manten tus objetos de valor delante o escóndelos.
