Con una superficie de 44 hectáreas, una anchura superior al kilómetro y unos 800 metros de Norte a Sur, un tercio de la Ciudad del Vaticano está ocupada por patios y jardines.
Rodean la ciudad los muros de León 4 y una serie de edificios. La entrada principal a la plaza de San Pedro, rodeada por una columnata elíptica, frente a la Basílica de San Pedro, el mayor templo de la cristiandad y el monumento más representativo del Vaticano. Forma, junto con la plaza, el mayor recinto religioso del mundo.
En su interior están enterrados todos los papas. Este edificio está rematado por la cúpula diseñada por Miguel Ángel y en su interior se puede subir hasta las terrazas superiores.
Dentro de la iglesia se destaca el baldaquino de Bernini, levantado sobre la tumba de San Pedro.
El conjunto Vaticano alberga la Capilla Sixtina, con el célebre fresco de Miguel Ángel; el palacio Vaticano, con la Biblioteca Apostólica (que contiene 800.000 manuscritos, 10.000 grabados y más de un millón de libros impresos), y otros edificios con los tesoros Vaticanos de increíble belleza y variedad conforman los Museos Vaticanos.
La Capilla Sixtina iniciada en 1473, se trata de una construcción rectangular de 13 por 40 metros, en las mismas dimensiones del antiguo templo de Salomón. El techo abovedado alcanza los 20 metros de altura. Las paredes laterales están decoradas con dos ciclos pictóricos. En la pared de la izquierda, se presentan seis escenas de la vida de Cristo, mientras que la derecha contiene siete escenas de la vida de Moisés, obras de Perugino y Botticelli, entre otros.
En la bóveda se encuentra una de las obras cumbre del arte universal: Los Frescos que Miguel Ángel pintó entre 1508 y 1512. Representan más de 300 figuras humanas en una épica narración de la creación del mundo, la expulsión de Adán y Eva del Paraíso y la historia de Noé.
El alojamiento en la Cuidad del Vaticano no es posible, a no ser que medie solicitud previa y pertenezca a una orden religiosa.