La calle Obispo es una de las más importantes de la ciudad de La Habana y bordea la Plaza de Armas en La Habana Vieja. En la época colonial fue una de las calles más céntricas y su nombre deriva de que sobre ella residieron en distintas etapas, los obispos Pedro Agustín Morell de Santa Cruz y Fray Jerónimo de Lara. También había sido denominada San Juan, ya que conducía a la iglesia de San Juan de Letrán del Consulado y posteriormente también como Weyler, volviendo a recuperar el nombre de Obispo en el año 1936.
Se extiende por un tramo de 12 calles, desde la bahía hasta Montserrate y comunica la Plaza de Armas con el Paseo del Prado. En algunos sectores de ella es posible ver antiguas construcciones de los siglos XVI al XIX, como por ejemplo la Casa del Obispo Fray Jerónimo de Lara.
Actualmente convertida en un boulevard, es recorrida a diario por cientos de personas, la mayoría de ellas turistas, que acuden al centro histórico declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. La calle está cerrada al tránsito y hay en ella gran cantidad de establecimientos comerciales, encontrándose algunos muy tradicionales como el Hotel Ambos Mundos, donde se alojaba el escritor Hemingway y el Hotel Florida.