Si se habla de La Rioja, casi siempre saldrá algún comentario relacionado con el vino, y es que este lugar es visitado por expertos catadores, comerciantes y turistas de todas partes del mundo que van a degustar de su bebida, pero sobre todo, a destapar el tesoro que guarda esta franja española.
Una de las partes de La Rioja es conocida como La Rioja Alta y se caracteriza por la belleza de sus paisajes, mismos que bordean las localidades de Nájera y Santo Domingo, en donde destaca la visita a su catedral, así como su Parque Jurásico.
Pero en esta ocasión nos centraremos en Haro, la capital del vino de la Rioja, donde podrás desarrollar numerosas actividades turísticas con tu familia o amigos. Por ejemplo, en el límite de Castilla se observan sus detalles históricos y arquitectónicos de finales del siglo XIX y principios del XX. En esta época también la ciudad creció debido a sus fábricas de alcohol, como se denominaba a las bodegas, a sus curtidurías, harinas, embutidos y alpargatas. Pero luego, una plaga azotaría a la región y los franceses llegarían a establecieran sus primeros viñedos. Esta etapa de progreso se vio reforzada gracias a la llegada de la línea férrea que unió a Haro con el puerto de Bilbao y la fundación de la Estación Enológica, que ayudaron a afianzar la industria vinícola.
Dentro de las cosas que tienes que visitar están los establecimientos de solera, ubicado en la plaza de la Paz, precedida por la magnifica construcción del ayuntamiento, de estilo neoclásico, que vale la pena recorrer con calma. En el centro de la plaza, se localiza una glorieta donde disfrutarás de los conciertos al aire libre; luego puedes ir al Palacio Paternina, edificado en el siglo XVI y que es un importante centro turístico ya que representa la época medieval que tocó a España.
Uno de las muestras más hermosas del diseño barroco la encontrarás en el Palacio de los Condes de Haro, donde se ubican varios establecimientos de vino. Si sigues caminando, seguramente te toparás con la Iglesia de Santo Tomás, la cual muestra una torre de estilo barroco y es obra de Felipe Vigarny, famoso escultor.
A tu paso por cada uno de estos sitios, encontrarás calles y avenidas con casonas señoriales, como la de la Vega, misma por donde se llega a la basílica de Nuestra Señora de la Vega, patrona de Haro. A unos pasos, y seguramente atraído por el olor, te sorprenderá el Museo del Vino donde se muestra el proceso de elaboración de este líquido riojano.
Cerca de Haro hacia el norte, se encuentra Briñas, un típico pueblo de construcciones tradicionales como lo de muestra la Iglesia de la Asunción. Luego, al oeste se levantan los Montes Obarenes, otro de los atractivos con que cuenta La Rioja.
Muchos y variados pueblos encontrarás a tu paso por La Rioja, porque es aquí donde se forman las mejores rutas turísticas de España, donde los viajeros pasan algunos de sus mejores momentos, donde la tradición es el elemento que da sabor a sus añejados y famoso vinos.
Visita el valle de La Rioja y déjate conquistar por sus viñedos, sus líneas góticas, sus amplias ventanas, sus retablos, el siglo XVI, sus antigua casas y su tradicional jugo fermentado con el sabor de la tierra del vino.
Enviado por Jesús Herrera