Luego del puente de Tounis, el Pont Neuf en Toulouse es el más antiguo de la ciudad de Toulouse. Originariamente se utilizó como entrada a la ciudad donde une el casco histórico con el barrio de Cours Dillon atravesando la Garona. Su estructura de ladrillo rojo junto a la Capitole constituyen un símbolo para la ciudad. El puente a su vez cuenta con una forma muy distintiva, lo cual lo hace tan famoso, sin dudas son sus pilares en forma de picos. También cuenta con aberturas entre los arcos, diseñadas especialmente para soportar las crecidas del río debido a que un incidente referido a la crecida llevó al antiguo puente de Daurade consigo. Aún sus vestigios pueden observarse a pocos metros de él.
La construcción del puente se inició en 1544 y finalizó en 1632 debido a la interrupción ocasionada por las Guerras de la Religión. El diseño e idea estuvo a cargo de los Capitouls, quienes en un principio ordenaron la construcción de un arco del triunfo el cual finalmente fue destruido en 1860. Éste proyecto estuvo a cargo del arquitecto francés Jules Hardouin Mansart.