Dónde comer en París

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Recomendados

Precios moderados

Gaudeamus – 47, rue Mont. Ste.Geneviève +1 40 46 93 40. Abierto todos los días.
Local agradable y luminoso dividido en dos partes, una más informal en la que se come en plan tapeo y se sirven cafés y otra en la que se halla un comedor más puesto para los que deseen una comida completa como en los restaurantes convencionales. Es un sitio idóneo para el turista porque se ajusta a cualquier horario, por lo que será una dirección útil para aquellos que decidan almorzar pronto o para los que se hayan entretenido más de la cuenta en el mercado de Mouffetard. En los días soleados sacan fuera unas apetecibles mesitas las que saborear una cerveza.

Precios de moderado a caro

Le Buisson Ardent – 25 rue Jussieu. + 1 43 54 93 02. (5º) Restaurante de barrio, se está haciendo muy popular entre su clientela, que suele ser casi fija. Pasa un poco desapercibido. En torno a 25 euros. El menú de mediodía alrededor de 15 euros.

Aux Charpentiers 10 rue Mabillon +1 43 26 30 05
Restaurante de toda la vida ubicado en St. Germain. Muy popular entre la gente del barrio. Comer a la carta puede disparar la cuenta pero ofrece una fórmula que no resulta excesiva. No perderse la choux farci o col rellena. Conviene reservar. También hay mesitas fuera cuando el tiempo lo permite. A veces son un poco bruscos pero el sitio tiene un encanto muy parisino.

Precios caros

Te recomendamos algunos de los mejores restaurantes de París. Aunque el precio es elevado, merece la pena que visites los siguientes lugares.

Le Grand Vefour (unos 150 euros). 17, rue de Beaujolais, metro Palais-Royal.

El Café de Bellas Artes (de la facultad de Bellas Artes, en el quartier Latin), con ambiente intelectual y barato.

La ferme Saint Germain (alrededor de 20 euros). 5, rue du Dragon, metro Saint-Germain-des-Prés.

Chez Lipp (Saint-Germain)

L’Os à Moëlle 3 rue Vasco-de-Gama (15º). +01 45 57 27 27 El mejor menú degustación de la ciudad, si se tiene en cuenta su relación calidad-precio. Hay un menú a la hora de comer por 25 euros. Para dejarse sorprender. Cierra en agosto.

Le train bleu, en la Gare de Lyon. 20 Blvd. Diderot +1 43 43 09 06

Suntuosa decoración belle epoque. Este restaurante es un homenaje al tren rápido del mismo nombre que partía para la Riviera con los afortunados vividores de aquel entonces. Su cocina está elaborada con productos de excelente calidad. Un capricho muy parisino y no excesivo. Para evocar la folie.

Otros puntos donde comer o tomar algo

Para los amantes del té la coqueta y elegante tienda Mariage Frères cuenta también con refinado salón en el que acompañar la infusión con pastas y otros dulces. 30 rue du Bourg-Tibourg, en Le Marais. Hay otras sucursales en París, pero recomendamos la de este barrio. Caro.

Un buen punto de encuentro o de descanso es el destartalado y gracioso local de Le Loir dans la Théiere, también en Le Marais. Se puede comer un plato del día o acudir a la hora del café. Ahora está muy de moda y, por lo tanto, acude un público variopinto.3 rue de Roisiers. Mº. Saint Paul. No aceptan tarjetas de crédito. Moderado.

Otro agradable local, siempre en el mismo barrio es L’Ebouillanté, 8 rue des Barres. Mº Hôtel de Ville. Abre de martes a domingos y no acepta tarjetas de crédito pero es un excelente sitio para comer gratins y ensaladas. Además, suena siempre una agradable música de jazz.

Precio moderado

Para vivir una bohemia feminista, al estilo Virginia Woolf, en 8 rue du Fouarre, en el 5º arrondisment, se halla el tronchante local-librería de La Fourmi Aillée, La hormiga alada, donde se pueden degustar excelentes quiches, gratins y ensaladas e ignorar el insípido pan orgánico. El té lo sirven en generosas teteras. Moderado.

Por último, en la rue Montparnasse se halla un local, La Petite Joseline, donde se pueden tomar las mejores crêpes de Bretaña de la ciudad. Que no corra la voz. Moderado.

Toma un brunch (desayuno) en el último piso de la torre Montparnasse durante el fin de semana, es muy típico.

Siguiendo la tradición de Hemingway y Breton, tomar un chocolate caliente en el café Les Deux Magots (en Saint Germain des Près).

Mercar cualquier cosa que se nos antoje de los sugerentes y múltiples escaparates de delicatessen, quesos, vinos y panes e improvisar un picnic junto al Sena, al caer la tarde.

Si hace bueno, aprovechar la visita al museo Picasso para desayunar o tomar algo en el agradable jardín.