La ciudad de Berna, fundada en 1191, está considerada una de las ciudades más bellas de Suiza, con grandes fuentes, torreones medievales y soportales del siglo 18 entre avenidas paralelas en cuesta, formando casi una isla.
Las antiguas almenas de la ciudad, convertidas en paseos, proporcionan magníficos panoramas. Se destaca el Ayuntamiento.
La Catedral de San Vicente es un gran atractivo de la ciudad, mantiene una unidad arquitectónica poco usual en este tipo de obras de larga duración. El interior del templo es de una sobriedad ejemplar.
Está dividida en tres naves, separadas por arcos en punta sostenidos por columnas desnudas, la cierra un ábside poligonal con espléndidas vidrieras del siglo 15. Es famoso el Tímpano de Erhart Küng, esculpido entre 1490 y 1495 y que, con 234 figuras, compone una alegoría del Juicio Final.
En el coro de encuentra una bella sillería renacentista, en la que está profusamente representado el oso heráldico de Berna. La torre de la Catedral, situada en el pórtico occidental, está rematada por un pináculo añadido en 1893.
Por otro lado, el museo Kuntsmuseum, Holdlerstrasse 8-12 posee una espléndida colección de arte que recorre toda la historia de la pintura europea y dispone de varias salas dedicadas al pintor bernés Paul Klee.
En la Helvetiaplaz otros museos de interés. Entre ellos, el Museo Alpino de Suiza que cuenta con maquetas en relieve que ilustran la teoría de la era glaciar y datan del siglo 19.
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