La Basílica y convento de San Pedro es una de los complejos religiosos más significativos del Perú y de toda la ciudad de Lima, se encuentra bajo la orden de los Jesuitas y es considerado como el Santuario del Sagrado Corazón de Jesús.
Inicialmente se le denominó como San Pablo y su construcción se comenzó para el año 1568; debido a su precariedad y al aumento de fieles asistentes, tiempo después se emprendió una remodelación en la que contribuyeron muchos vecinos limeños con sedas, retablos y lienzos.
La iglesia de San Pedro cuenta con tres naves y una cúpula que es considerada como uan de las más sólidas y hermosas de todo el Perú, goza de una adecuada iluminación que contribuye al realce de los arcos y zócalos minuciosamente decorados.
A lo largo de toda la iglesia se aprecian incontables muestras de arte en sus capillas y altares notándose la confluencia de estilos como el Renacentista, Barroco y Neoclásico; en su altar mayor destacan las imágenes de los titulares San Pedro y San Pablo y en el centro la del Sagrado Corazón de Jesús.
En la nave central resalta la arquería de San Pedro y los cuadros que rodean la iglesia representan a los apóstoles; su fachada que es es estilo barroco cuenta con tres puertas de las cuales se hace uso de la principal y las demás sólo para ocasiones especiales.
Dentro de las particularidades de esta iglesia es que fue consagrada en 1368 y se bendijo su campana mayor, llamándola Agustina; ésta es la conocida “abuelita” y se dice que dobló para las exequias de San Martín de Porres y Santa Rosa de Lima. Está también la Grande, que es otra campana importante pues su peso de 100 quintales obligó a terminar la construcción del campanario luego de su colocación, es muy sonora y sólo es superada por la campana de la Catedral de Lima.
Como Santuario Nacional del Sagrado Corazón de Jesús, la iglesia de San Pedro organiza la procesión que sale el tercer domingo de junio desde 1878 haciendo recorrido por la Plaza San Martín y la Plaza Mayor de Lima.
Esta iglesia alberga mucho de historia, arte y cultura así como del fervor religioso de una ciudad tan diversa como lo es Lima.
