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Historia de Marruecos

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Marruecos como un popular destino turístico cuenta con una gran cantidad de historia albergada, lo que la hace más atractiva aún para los diversos tipos de turistas que desean ir a visitar el país. Aquí encontramos las etapas más trascendentes de la historia de Marruecos.

Época preislámica (hasta s. VIII)

Numerosas excavaciones y restos de osamentas nos revelan una presencia humana muy temprana en este territorio. Algunos restos del hombre de Neandertal se han encontrado en el norte, pero la gran revolución del Neolítico se dio aquí 4.000 a.C.

Los navegantes fenicios tomaron contacto con sus habitantes tras pasar junto a las Columnas de Hércules ( El Estrecho entre el peñón de Gibraltar y el monte Hacho de Ceuta) y fundaron importantes ciudades como Lixus (Larache) Gadés (Cádiz) y Russadir (Melilla). El Cartaginés Hannon (siglo V a.c.) tomó el relevo y revitalizó Lixus.

En este tiempo se organizó el reino de Mauritania formado por una confederación de tribus bereberes. Ya se acuñaban monedas en Lixus. Los romanos llegaron en el siglo II a.C. y fundaron la provincia Mauritania Tingitana. Numerosas ciudades florecieron, como Volubilis, a la que unieron mediante «calzadas» a las demás ciudades de las costas. Salazones, aceite, grano, soldados, fieras y esclavos obtenía Roma de esta provincia. La población bereber se impregnó de esta cultura grecolatina hasta la llegada de los vándalos (428 d.C.).

La población bereber había sido cristianizada, pero a la llegada de los árabes solamente estaba en poder de Bizancio la ciudad de Ceuta, gobernada por el Conde Don Julián

La conquista árabe (s.VIII)

Berbería opuso feroz resistencia a la penetración árabe durante 30 años, aunque estos acabaron entrando en el 705 d.C, y de allí saltaron a España en el 711 d.C. con la ayuda del Conde Don Julián.

Los Idrissidas (s.VIII al XIX

La primera dinastía fue fundada por un árabe sobrino del profeta Mohamed, Idriss Ibn Abdellah en 786 d.C. en la ciudad de Volubilis. Su hijo Idriss II fundó Fez. Nuevo fraccionamiento en la siguiente sucesión con anexión del norte al Califato de Córdoba y el sur controlado desde Sjilmassa por los Fatimidas.

Los Almorávides (s.IX al XII)

Regeneradores e introductores del rito Malequita, estos monjes guerreros llegados desde el Adrar en Mauritania, se hicieron rápidamente con el territorio y desplazaron a los omeyas con su rito sunita. Yusef Ben Tachfine Fundó Marrakech en el 1062 d.C. y derrotó a Alfonso VI en el 1086. Una estrecha relación se estableció entonces entre el Maghreb y la España musulmana, favoreciéndose esta de la llegada del oro del país de los negros. El comercio transahariano conoció aquí su esplendor. En esta época se fundan numerosas zauías influídas por el sufismo.

Los Almohades (s.XII y XIII)

Una nueva invasión de pobladores de la cara sur del Atlas desplazan a los almorávides en el 1130, que suben a Castilla. Abdel Mumen crea una dinastía que restablece el orden desde Trípoli a Castilla; se revitalizan las rutas comerciales, se crean universidades y se promueve una administración muy liberal, que alcanza su momento más glorioso con Yacub Al-Mansur.

De esta época datan las construcciones de la Kutubía de Marrakech y la Giralda de Sevilla

Los Meriníes (s.XIII al XIV)

Con un espíritu muy economicista sometieron a Marrakech en 1269 e intentaron numerosas veces conquistar Andalucía.

De nuevo controlan toda la ruta del oro que llega del África Negra en la época de Abú L´Hassan (emir el muminin o príncipe de los creyentes). Creó muchas medersas e introdujo el ladrillo en las grandes construcciones, junto a maderas talladas y azulejos.

En este periodo fueron llegando nuevas oleadas de tribus árabes creando pequeños feudos que controlaban el comercio transahariano. El poder se estaba reduciendo a las ciudades y las cofradías religiosas tomaban posiciones influyentes entre la población. Enfrentamientos sucesorios y la toma de Tetuán (1399) por la flota castellana, debilita aún más a los meriníes. Los portugueses (1415) queriendo controlar el comercio del oro, ocupan Tánger y Ceuta y la respuesta se organiza a partir de esos morabitos de las cofradías religiosas, que toman más y más prestigio entre los habitantes, el cual conservarán hasta el siglo XX.

Nuevos aires corren y la lucha por el poder hace despuntar una nueva dinastía, la de los Idrisidas que no llega a cuajar. Se independizan territorios y el avance cristiano por las costas es imparable. En esa época Tetuán es gobernada por una mujer, Sida Horra. Los portugueses, para contrarrestar el poderío económico de venecianos y genoveses, una vez introducidos en el Moghreb, navegan más al sur con el objetivo de encontrar oro y se establecen en la Isla de Arguin (Mauritania) desde donde compran gran parte del oro que hasta entonces subía por las rutas del desierto.

El descubrimiento de América cambió mucho el lugar privilegiado que hasta entonces había tenido el Moghreg . El oro americano le quitó ese papel de intermediario. Lo que hacía falta en América era mano de obra esclava, y esa estaba más al sur.

Los Saadíes (s.XIV al XVI)

Hombres de la tribu Beni Maquil, conquistan Marrakech en 1525 y fundan esta dinastía con muchas tribus rebeldes en el interior. El rey Don Sebastián de Portugal apoya a una de estas facciones y se embarca en una aventura con 20.000 hombres que le cuesta la vida. En 1578 se produce la Batalla de los Tres Reyes cerca de Alcazarquivir, donde se enfrentan 50.000 hombres y muere Don Sebastián junto con Mulay Abdelmalek y Mulay Mohamed. Venció Ahmed el Mansur (el victorioso) y Portugal pierde su independencia al ser ocupada por Felipe II.

Al-Mansur financió una expedición para recuperar las minas de Teghaza en el corazón del desierto, ocupadas por el rey songai de Gao en el actual Mali. Los reinos negros eran muy dependientes de la sal y ya no necesitaban comerciar con los mercaderes y venderles su oro. En 1591 parte la expedición con las mejores armas y con 4.000 hombres capitaneados por el morisco Xoder.

Atraviesan el desierto durante 135 días, muriendo la mitad en la dura travesía. Al primer cañonazo los songai se rinden y Marruecos se anexiona su territorio, que luego resultó no dar tanto oro, pues éste venía de más al sur.

Nuevos problemas crearon los moriscos recién expulsados de España entre 1609 y 1614, pues muy levantiscos ocuparon las ciudades más importante creando sus barrios y no pagando tributos al sultán. Los judíos sefarditas tuvieron muy buena acogida, aunque fueron recluidos en las juderías (Mellah) y sufrieron limitación de movimientos. Gestionaron bien el comercio y la producción artesanal de bienes de consumo. La Casa Real siempre se rodeó de la flor y nata de esta comunidad, que asesoraba al sultán y se ocupaba de las finanzas. Esta situación se prolonga hasta nuestros días.

Los Alauitas (s.XVI en adelante)

En 1631 los jerifes alauitas proclaman Sultán del Tafilete a Moulay Alí, entrando en Fez y Marrakech en 1669, donde, debilitado, se mantenía el último saadíe. Por primera vez hacia 1693, reinando Mulay Ismail – quien organizó un ejercito de 150.000 hombres formado por esclavos negros y tribus del desierto- el país estaba controlado e incluso había ampliado sus fronteras desde el corazón de Argelia al río Senegal.

A su muerte surgen enfrentamientos entre los sucesores y estalla una guerra que debilita al país. Para colmo, una terrible sequía moviliza a muchas tribus, que se rebelan y saquean las ciudades. A partir de entonces el territorio se divide en Bilad Majzén (tierra del estado) y Bilad Siba (tierra insumisa), esquema que se mantiene con avances y retrocesos hasta la penetración colonial. Esto explica en parte la cantidad de palacios que el sultán tiene por todo el territorio para dar constancia de su presencia: la corte era itinerante para pactar y recaudar impuestos .

Las cofradías religiosas han jugado un papel importantísimo en estos avances y retrocesos del Bilad Majzén y el Bilad Siba, apoyando a rebeldes o al sultán.

En el siglo XIX comienza una penetración europea con nuevos cónsules y mercaderes que se instalan por las ciudades costeras.

La piratería campea libremente y el sultán no recauda impuestos. En 1818 Mulay Sliman emprende una lucha contra la piratería y las cofradías religiosas con el pretexto de la búsqueda de un Islam puro (siguiendo las ideas orientales uahabitas) y decreta la abolición de la esclavitud. El sultán monopoliza el comercio, lo que no aceptan los mercaderes occidentales. Francia ocupa Argelia en 1830 y la España de Godoy envía al espía catalán Domingo Badía (el legendario Alí Bey) para intentar sublevar a las tribus contra el sultán. De nuevo intentan recuperar Ceuta, pero no sólo no lo consiguen sino que incluso pierden Tetuán. Las finanzas se hunden y el Bilad Siba crece.

Todas las potencias coloniales querían privilegios mercantiles y firmaban con el sultán tratados para la exoneración de impuestos.

Así, llegamos a la conferencia de Madrid en 1880, en virtud de la cual todas las potencias se comprometen a garantizar la integridad territorial a cambio de concesiones. Hassan I consigue reducir el Bilad Siba pero la revolución industrial era imparable y Europa cada vez necesitaba menos los productos marroquíes, mostrándose tan sólo interesada en las concesiones mineras. Sube al trono un jovencísimo Mulay Abdelaziz y promueve una reforma fiscal que quita privilegios a los señores feudales, los jerifes y los extranjeros. Se produce, consecuentemente, un descontento general y la concesión de nuevos préstamos de las potencias coloniales, que terminan de hipotecar al sultán. Aprovechando esta situación de caos interior, Francia y España firman un acuerdo delimitando sus fronteras en el Sáhara. Francia se queda con lo que hoy es la actual Mauritania y España con lo que fue el Sáhara Español y algo más, al sur del Gran Atlas.

Protectorado (1912-1956)

En la conferencia de Algeciras de 1906 se reunió el sultán Abdelaziz con 14 potencias para negociar las bases de la ocupación. Tres meses para repartirse el pastel. Se acordó el libre comercio con impuestos muy bajos y garantizaron la soberanía del sultán. Gran Bretaña no quería que Francia controlara toda la costa, pues unida a Argelia constituía mucho territorio, y a cambio de que le dejaran con su Egipto presionó para que la depauperada España se quedara con el norte.

La firma de Francia con el sultán Mulay Hafid en 1912 dio paso al Protectorado. Francia recortó a España parte de la superficie acordada previamente quedándose solamente con las Montañas del Rif y de la Yebala. En el Sáhara le recortó también una buena franja de la cara sur del Atlas. La ocupación fue lenta dada la resistencia de muchas tribus bereberes. España sufrió muchas derrotas de la mano de Abdelkrim (Desastre de Annual).

Hasta 1934 no consiguen pacificar el territorio. Tánger en 1925 consiguió un estatuto especial como ciudad internacional. En los años de Protectorado se crean todas las infraestructuras modernas como puertos, carreteras, ferrocarriles, canalización de aguas, grandes proyectos agrícolas en vastas extensiones, nuevas explotaciones mineras, industrialización, etc.

En 1944 los nacionalistas enemigos de esa tutela crean el partido del Istiqlal tras las presiones que recibía el sultán Mohamed V para firmar decretos (dahires), Allal el Fassi es su líder. De la Segunda Guerra Mundial salieron dos nuevas potencias (EE.UU y URSS) que querían abrirse a los mercados por lo que apoyaron a los movimientos independentistas.

Mohamed V pronunció dos discursos que al final le costaron la deportación, en 1953, a Madagascar. Francia puso a un sustituto de paja (Mohamed Ben Arafa) en colaboración con el Glaoui (bajá de Marrakech de una familia feudal) y con el jerif El Ketani, representante de las Zauías. Un fracaso, pues la agitación popular creció y provocó el retorno de Mohamed V y, al poco tiempo, la firma del tratado de Independencia (1956)

De la independencia a nuestros días

Marruecos consigue la independencia política en 1956 y aspiraba a recuperar las fronteras que tenía a principios del siglo XX, pero ve sus territorios bastante recortados. Por una parte Francia se había anexionado a la aún provincia de Argelia una vasta extensión, además de todo el territorio hasta el río Senegal a la aún colonia de Mauritania.

España, por su parte, conservó el Sáhara, Ifni y las llamadas Plazas de Soberanía. La recuperación de alguno de estos territorios ha sido una obsesión perseguida siempre y orquestada en momentos de crisis internas.

En el 58 Marruecos consigue la región de Tarfaya y en el mismo año Francia y Mauritania comienzan a negociar la independencia de esta que logra en el 60, pese a las presiones ejercidas por Marruecos.

En el 61 España se compromete a devolver en breve el Sáhara e Ifni pero al poco tiempo muere Mohamed V, con lo que se paraliza el proyecto. Sube al trono Hassan II y saca por referéndum una nueva constitución en el 62 para dotar al país de instituciones más adaptadas al mundo moderno.

La oposición parlamentaria, descontenta con la lentitud de su aplicación, protesta y se produce el Affaire Ben Barka. Este líder de la USFP es asesinado en París en extrañas circunstancias, se sospecha de Ufkir, mano derecha del sultán. En esta agitación el rey disuelve el parlamento en el 65 y decreta el estado de excepción.

En este periodo se practica un hostigamiento sistemático a Ifni, que cae en el 69. Tras los cinco años de monarquía absoluta se aprueba una nueva constitución que refuerza más el poder del monarca y comienzan los intentos de atentado a la persona del rey. En 1971, durante el festejo de su cumpleaños, una compañía de cadetes irrumpe en el palacio de Sjirat y se produce una refriega con todo el cuerpo diplomático y aparato político allí presente. Hassan sale indemne pero las cosas no mejoran. Al año siguiente sufre un ataque desde un caza cuando viajaba en el avión real. Al primer disparo que impacta en el avión, el propio monarca le dice al comandante que comunique por radio a la base militar de Kenitra la muerte del sultán a causa de ese impacto. Los cazas no disparan más y el avión real aterriza a los pocos minutos en la base. A pie de avión el Ministro del Interior, general Ufkir (su mano derecha) esperaba la bajada del cadáver de su rey, pero la sorpresa fue total, bajó el propio rey la escalerilla y se fue a un despacho con Ufkir. Sonó un disparo y se anunció el suicidio de Ufkir. Aquí comenzó otra era donde Asan, presionado por los partidos, reforma la constitución. Desde entonces, se dice que Hassan II tiene la baraka (suerte).

Comienza una represión intensa que lleva a las cárceles a muchos opositores y a otros al exilio. Son los llamados años de plomo.

El Uali, estudiante en Rabat ligado al partido Istiqlal marroquí, promueve en el 73 la creación del Frente Polisario con la ayuda de Libia, hecho que España ve con buenos ojos. Estados Unidos apoya a Marruecos para evitar que Argelia tenga una salida al Atlántico. Mauritania quiere también su parte. La ONU aconsejó celebrar un referéndum entre los habitantes y España se dispuso a efectuar un censo, pero Marruecos se anticipó amparándose en una sentencia del Tribunal Internacional de La Haya, que reconocía la existencia de ciertos vínculos entre las poblaciones.

Hassan II no quiere perder esta posibilidad y organiza La Marcha Verde en consenso con todos los partidos políticos, incluido el comunista. 350.000 personas desarmadas cruzan la frontera un 6 de Noviembre con Franco agonizante. El 14 de noviembre España firma los acuerdos tripartitos cediendo la administración de una parte a Mauritania, y dos partes a Marruecos.

Comienza una guerra costosísima para defender el territorio de los ataques guerrilleros del Polisario. Mauritania acosada por éste abandona y lo ocupa Marruecos. La guerra sigue y Marruecos construye una serie de muros para proteger las explotaciones de fosfatos y las ciudades (triángulo útil). Por fin un alto el fuego en el 91, supervisado por MINURSO (Naciones Unidas), con la intención de organizar ese referéndum que se aplaza cada año.

Marruecos en todos estos años ha invertido cantidades astronómicas en infraestructuras para las provincias del Sáhara, nuevos puertos, carreteras, industrias pesqueras, viviendas sociales, etc. Se promueven ahora negociaciones directas entre las partes.

Desde el 77 se suceden las elecciones democráticas con un amplio abanico parlamentario. En las últimas eligen como primer ministro a Abderrahman Yusufi, líder de los socialistas (USFP).

En Julio del 99 muere Hassan II y sube al trono su hijo Mohamed VI, que al poco tiempo emprende reformas y jubila a los ministros nombrados directamente por la corona y muy ligados a su padre.

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