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Datos prácticos de Marruecos

Toda la información y detalles que todo turista y viajero debe saber para mejorar su experiencia de viaje en Marruecos
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Marruecos es un país bastante seguro para el visitante, al menos en la integridad física. En la mayor parte de su territorio uno se puede relajar totalmente, pero en las grandes ciudades hay hurtos frecuentes.

Toma las mínimas precauciones- sobre todo si vas en tu propio auto- y procura siempre aparcarlo donde veas que hay vigilante. Casi todas las calles céntricas de las grandes ciudades tienen a su propio gardien con su chapita y una buena garrota que lo identifica. Pregunta a la gente y ellos te orientarán. Un coche cargado es una golosina para cualquiera, ya sea en Roma, Barcelona o Casablanca.

Seguridad

Por todas las calles se puede pasear sin temor a ser asaltado, salvo por esa tribu de guías que, por cierto, cada día escasean más. Las ciudades más turísticas es donde mucha gente no soporta la presión que ejercen estos aspirantes a guías que acosan implacablemente al viajero. Hay muchas fórmulas para no llegar a estas situaciones y todas dependen de lo que el visitante esté dispuesto a sacrificar de su libertad de movimientos. La más sencilla es contratar a uno en el hotel donde te alojes y negociar el recorrido que quieras hacer.

Las medinas son un laberinto pero siempre hay salidas, una vez que ya has entrado y paseado por ella, puedes regresar solo sin nadie que te acompañe y gozar de esa sensación de estar perdido.

Sociedad

Desgraciadamente, algunos de nuestros amigos que han visitado Marruecos, nos han contado a su regreso la experiencia como si de una pesadilla se tratara, y siempre por no saber cómo quitarse de encima a los voluntariosos acompañantes. No hay tantos como se cree, pero están en los lugares estratégicos, por los que siempre pasan los turistas. No les temáis pues no son más que plastas que acuden a la miel.

Otra fórmula, si te resistes a tomar tu lazarillo, es quitarse el uniforme y vestirse lo más convencionalmente posible, disgregarse del grupo, tomar un petit taxi que te lleve a una de las entradas menos frecuentadas de la medina, bajarse, y caminar como lo haces cada mañana rumbo a tu trabajo, no entretener la mirada y avanzar sin titubear. Posiblemente cuando sobrepases el umbral de esa puerta que penetra en la medina comenzarás a gozar de tu propio juego. ¡Ah, es posible que un voluntarioso dedo te vaya indicando la salida del callejón por donde deambulas!

Es interesante aceptar todas las invitaciones que te hagan, sobre todo si te gusta quien te invita. La hospitalidad es una de las grandes cualidades del pueblo marroquí. No hay generalmente intereses mezquinos, y si los hay, no pasan del chalaneo de bazar. La posibilidad de conocer un poco a una familia por dentro siempre es enriquecedora y evidentemente se sale de la rutina del turista. No desconfíes y entra .

Moneda

La moneda marroquí es el dirham (DH) y a los céntimos de dirham se les llama francos. El cambio medio de un dirham es de 16,5 pesetas. Circulan billetes de 200, 100, 50 y 20 DH. Hay monedas de 50, 20, 10, 5, 2 y 1 DH, así como la fragmentación en francos (céntimos) de 50, 20,10 y 5 francos.

No te escandalices cuando te pidan una suma astronómica por un pollo, probablemente te lo estén dando en francos y 100 francos es un dirham. Según por donde te muevas, así te darán los precios. En los mercados campesinos todavía se utilizan los reales (rial) y los duros (doro). Si no te aclaras pregunta y haz tus números.

Hoy se pueden pagar muchos servicios con tarjetas de crédito e incluso sacar dinero en efectivo de los cajeros que abundan en las ciudades. Los cheques de viaje se pueden cambiar en casi todos los bancos y afortunadamente, se pueden cambiar todas las divisas fuertes del mundo. Es recomendable que los españoles viajen con pesetas 8º eventualmente euros). No olvides que no se pueden sacar dirhams del territorio.

Comunicaciones

Las comunicaciones telefónicas desde los locutorios que han crecido como champiñones por todo el país son rápidas y pueden hacerse desde todas las poblaciones. Si no te puedes desprender de tu teléfono portátil, Marruecos está plagado de estos y hay cobertura a lo largo de las ciudades más importantes. Puedes solicitar información a tu compañía para que te active la posibilidad de llamar y recibir.

Condiciones sanitarias

De las condiciones sanitarias puede decirse que son bastante aceptables. Hay una red de hospitales públicos y privados a las que hay que añadir un sinfín de dispensarios. En todo el país hay 12.000 médicos, 30.000 técnicos sanitarios y 25.000 camas hospitalarias. Fuera de las ciudades, el agua embotellada (5 a 7 DH) y los refrescos son una buena alternativa si no lo ves muy claro. Comer en la calle es uno de los placeres que no debes perderte: chiringuitos con guisos (tajin), vendedores ambulantes de frutas, pinchitos, batidos, zumos, etc.

Muchos de los puestos callejeros ofrecen mejor calidad que algunos restaurantes de medio pelo para turistas. Esos puestos generalmente sólo cocinan una cosa y por eso lo hacen bien, con productos frescos. El plan consiste en comer una harira (sopa) en un puesto, luego saltar a otro para comerte unos fabulosos caracoles guisados y finalizar con unas brochetas de carne. En carretera hay multitud de sitios donde venden frutas, asan carnes y hacen tajines, siempre adosados a alguna carnicería donde tú mismo puedes elegir el pedazo que quieras, que te asarán por unos dirhams en el puesto de al lado. En la costa sucede lo mismo con los productos del mar.

0 comentarios

  1. Siente Marruecos

    24/04/2015 at 09:56

    Información muy concisa, aunque da la sensación de que está algo desactualizada (me ha parecido leer la palabra «pesetas» :P).

    Por ejemplo, con respecto a las comunicaciones, ya la mayoría de los alojamientos disponen de conexión a internet que, o bien gratis o bien pagando, pueden disponer de ellas los clientes (otra cuestión es si dicha conexión llega hasta la habitación o tienen que conectarse desde recepción, que es donde suelen estar ubicados los routers).

    Lo mismo pasa con la moneda: además del socorrido puesto de cambio en el puerto, también te ofrecen en los alojamientos cambio de euros a dirhams. Eso sí, el cambio seguramente será algo menos favorable que en una típica casa de cambio o banco.

    Aun así, nunca está de mas toda información al respecto. Saludos!

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