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Los cuatro grandes inventos chinos

Los cuatro grandes inventos chinos: la brújula, el papel, el ábaco y la pólvora
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A finales del siglo XIX y en el XX la civilizacion china era humillada por las potencias imperialistas. Resulta curioso que tres inventos chinos habían posibilitado este proceso. La brújula y la pólvora fueron decisivas en las colonizaciones que tuvieron lugar, pero no menos importantes que el papel.

El Papel

Aunque la escritura se conocía desde hacía 4000 años, la pasta de papel no hizo su aparición hasta el siglo II a. de C., sustituyendo a las tablillas de madera y el bambú que se utilizaron para confeccionar los primeros libros.

A ese primer papel se le conoce, por su proceso de producción, como papel de seda. Más tarde la técnica se perfeccionaría y se producirá uno de los papeles de más calidad, por su absorción y color inalterable: el papel de arroz. Posteriormente se desarrollaría la impresión y en el siglo X, cada región tenía su imprenta, donde se editaban los calendarios para los trabajos agrícolas. El hecho de poseer el secreto del papel y la imprenta permitió que la ciencia, la literatura y la recopilación de documentos históricos avanzase mucho más rápidamente que en el resto de países del planeta.

La Brújula

En el caso de la brújula, los antecedentes se remontan a la época de los Reinos Combatientes, siglo IV a. de C. Por aquel entonces los navegantes utilizaban una cuchara imantada, la cual siempre marcaba la misma dirección. De su evolución se llegó a las brújulas del siglo IX, pero que aún eran imprecisas. Nuevas mejoras introducidas en la aguja, llevaron al nacimiento de las primeras brújulas idénticas a las actuales y que empezaron a ser utilizadas por navegantes a inicios del siglo XII. Con el dominio de la brújula la marina comercial china experimentó un empuje sensacional. En parte, el declive de la Ruta de la Seda vino determinado por la potenciación de las rutas marítimas, mucho más seguras.

La Pólvora

Los inventores chinos del polvo negro / gris, conocido como pólvora, poco podían imaginar que ésta llegaría algún día a evolucionar hasta la nitroglicerina o a la nitrocelulosa, que aunque no son lo mismo, son el resultado de su evolución técnica. Se desconoce la fecha exacta en que fue inventada la pólvora, pero el médico y alquimista Sun Simiao (581-682) escribió en su libro Alquimia clásica cual era la mezcla básica para fabricar el explosivo: nitrato de potasio, azufre y carbón de madera. A finales del siglo VI ya se utilizaba en la guerra y su empleo significó un cambio radical en las estrategias de combate, a la que tan aficionados eran los militares chinos (habían escrito los más importantes manuales bélicos).

En el siglo X aparecen las primeras armas de fuego, llamadas “ cañón de fuego” “bomba de polvo” y “pájaro volador del fuego celeste”. El siglo XII vio evolucionar la primitiva pólvora hacia varios tipos de explosivos más sofisticados y mortíferos.

El Ábaco

Más o menos en el siglo II d.C. en China se adopta y perfecciona un sistema que anteriormente se había utilizado para hacer cuentas en el Antiguo Egipto, para tales fines, a este medio le añadieron una especie de bandeja que hiciera las veces de soporte, al cual llamarían posteriormente Suan-pan. Este instrumento, que lleva por nombre ábaco, permite efectuar todas las operaciones aritméticas básicas, como son la suma, resta, multiplicación y división, convirtiéndose así en una especie de primitiva calculadora manual.

El Ábaco tal cual lo conocemos apareció más tarde en el siglo XIII d.C. pasando por diversas variantes para realizar los cálculos. Su conformación actual es de 10 columnas, divididas en dos zonas, de 2 y de 5 cuentas rspectivamente.

1 comentario

  1. Inventionary

    13/10/2014 at 08:33

    Muchas gracias por el artículo.
    Los chinos tienen una historia fantástica, digna de ser conocida por todos.

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